La virtualidad ocupa cada vez más espacio real, como el de las relaciones amorosas, y cada vez son más los usuarios de las app para conseguir citas o compartir un buen momento.
Algunos de los comportamientos y hábitos más populares entre los usuarios de “dating apps”, como ¿cuál es su nivel socio-económico? o ¿prefieren conocer gente de su misma ciudad? fueron algunos de los datos revelados en la encuesta realizada por la primera aplicación de amor donde las imágenes de perfil comienzan a revelarse cuando dos personas se comunican entre sí, BlindLove.
Las dating apps llegaron para quedarse. Desde su creación en los ‘90, con sitios como AOL y sus salas de chat o Craiglist, su crecimiento fue imparable. Las nuevas tecnologías redefinieron por completo el modo en que la gente se conocía y explotaron gracias a la popularidad de los smartphones.
En este escenario, la encuesta confeccionada por BlindLove reveló cómo los nuevos modos de relacionarse están dejando de ser “novedad” para formar parte de la foto habitual en el universo de relaciones de pareja.
La encuesta ilustró casos específicos puntuales sobre el uso de la app y las “historias” que se desenvuelven en el mundo offline: un 55 por ciento declaró que hay una segunda cita y el 35 por cierto dijo preferir que el otro “de el primer paso” para asegurarse que “hay onda”.
Dentro de ese 55 por ciento, un 32 por ciento aseveró que el contacto post primera cita es a través de mensajería instantánea y se produce dos días después de haberse conocido.
“Las dating apps llegaron para quedarse y ya no es tabú o extraño que dos personas se conozcan online. Sí se revela que las personas de más de 60 años aún no están utilizando todas las funcionalidades, lo que seguramente se deba a una curva de aprendizaje propia de las apps y de los teléfonos”, explicó el creador de BlindLove, Federico Volinsky.
Diversidad
La encuesta también reveló un factor importante a la hora de mantener una relación: el geográfico. Un 68 por ciento declaró que es importante que la potencial cita viva a no más 7 kilómetros de distancia.
En cuanto al nivel socio-económico, el 78 por ciento de los encuestados aseguró tener estudios universitarios y un 12 por ciento respondió contar con MBA o estudios de posgrado.
En cuanto a su situación familiar, un 45 por ciento contestó tener hijos. “Esto no es sorpresivo. De hecho la tendencia en grandes urbes es que cada vez más personas buscando pareja tienen hijos y en modo alguno esta situación es un obstáculo para rehacer su vida amorosa”, señaló Volinsky.